viernes, 26 de junio de 2015

La tribu kukukuku: los fabricantes de momias



Esta tribu habita en el interior de Papúa-Nueva Guinea, en concreto en las montañas de la costa norte de la isla, en lo más alto de la región del Morobe . En realidad, su nombre  es tribu "angus" pero todas las demás tribus de la isla les denominan con evidente temor "los kukukukus". Son de pequeña estatura (sólo algunos sobrepasan el metro y medio) pero con unos altos niveles de belicosidad que les agiganta ante el resto de tribus del territorio. Los jóvenes y adolescentes suelen ingerir semen para adquirir fortaleza y virilidad fruto de relaciones homosexuales con los adultos, felaciones incluidas, con un objetivo claro que es mantener el control de la natilidad. Nunca se besan y el contacto físico está prohibido. Suelen realizar violentos ataques por sorpresa a sus pueblos vecinos y entre ellos mismos la violencia también está presente ya que negar el saludo puede llegar a suponer la muerte de un mazazo. Los prisioneros obtenidos en esos ataques eran engordados premeditadamente para posteriormente realizar con ellos prácticas de canibalismo, aunque hoy en día prácticamente no existe y en todo caso de darse se produce de forma aislada. Ellos por su parte también tienen miedo, pero no a algo terrenal, a otros guerreros, sino a los espíritus. Según sus creencias, las ánimas de los fallecidos y de los espíritus malignos habitan en la tierra, el agua y el bosque. La fuerza vital que reside en el cuerpo de los vivos se puede transmitir del mundo material al espiritual, y por ese motivo ningún angu entierra a sus muertos. Según ellos, "si la tierra probara sus fluidos querría más y este sería un lugar sediento de sangre que pediría continuamente nuestras vidas". Tal y como pudo constatar por primera vez de forma minuciosa la etnóloga Beatrice Blackwood, del Museo de Antropología Pitt Rivers de la Universidad de Oxford, allá por los años 1936/1937, los angus momifican a sus difuntos una vez les extraen sus vísceras. Luego los atan con fuerza y los acuestan sobre una parrilla hecha con ramas finas bajo las que encienden unas brasas que permanecen vivas día y noche (ahumado). El cuerpo del fallecido expulsa líquidos, los angus los recogen y son bebidos por los parientes más cercanos para recuperar la esencia del fallecido. Son estos mismos parientes lo que velan al difunto durante dos o tres meses hasta su completa momificación (a veces el ritual puede llegar hasta los cinco meses), no salen de la choza y se desconoce que tipo de prácticas o liturgias siguen mientras están en su interior. Cuando el proceso finaliza, llevan a la momia a un panteón familiar, por lo general una cornisa en un acantilado cercano y rocoso (roca sagrada), y allí la dejan en compañía de sus ancestros y antepasados de la tribu.


Para visitar a sus difuntos, los angus suelen pintarse con arcilla de tonos claros, que para ellos es una señal de luto relacionada con el color claro de la piel de los espíritus, lo que propició que los primeros europeos que contactaron con esta tribu fueran vistos como seres del más allá. Una vez al año, las bajan para repararlas con una savia llamada Kaumaka, que extienden por el cuerpo de la momia para tapar sus imperfecciones. Acto seguido las pintan para que tengan un mejor aspecto. Desde pequeños los niños ya practican este arte de "maquillar" las momias, si bien lo hacen con animales. También es relativamente frecuente acudir a pedirles consejo y protección.
Casi 80 años después de la experiencia de Blackwood, la fotógrafa alemana Ulla Lohmann, tras ganarse de forma lenta la confianza de los angus, ha logrado recoger en algunas fotografías el proceso que hemos descrito. Sin embargo, hace aproximadamente unos 20 años, el gobierno de Papúa ha prohibido estas prácticas de momificación por razones higiénicas, por lo que hoy en día son una minoría los kukukukus que mantienen la tradición y cada vez más lo que han empezado a poner en práctica ritos funerarios más convencionales.

Os dejamos este vídeo explicativo para conocerlos un poco mejor.





jueves, 18 de junio de 2015

Los hunza, la tribu que no enferma ni envejece




El valle de Hunza es un valle formado por el río del mismo nombre, cercano a Gigit y Nagar,situado en los Gigit-Baltistán de Pakistán. Se encuentra  a unos 2.400 metros de altura y tiene una superficie aproximada de 7.900 kilómetros cuadrados. Su ciudad más importante y capital es Karimabad, conocida por el espectacular paisaje de montañas que incluye el Rakaposhi de 7.788 m, el Ultar Star de 7.388 m, el Bojahagur Duanasir de 7.329 m y el Spantik de 7.027 m. Su orografia, llena de desfiladeros, montañas nevadas en plena estación veraniega y glaciares constituyen el ámbito natural de un pueblo de unos treinta mil ciudadanos que durante casi 2000 años han estado aislados del mundo.  Tienen la piel más clara que la de todos sus vecinos, lo que según algunos historiadores se debería a que los ejércitos de Alejandro el Grande, perdidos en la montaña, encontraron refugio en el valle de Hunza, se casaron con sus mujeres y dieron lugar al nacimiento de una nueva raza. El pueblo hunza tiene una alta tasa de alfabetización en relación a los que les rodean, se caracteriza por su gran cordialidad, tolerancia y cortesía, y las mujeres tienen un estatus y un grado de independencia importante ya que son las encargadas de almacenar y conservar los alimentos durante todo el año, tal es así que aunque  practican la religión musulmana, no están "obligadas" a usar un velo que les cubra su rostro.




Cuando la India aún era colonia inglesa, el médico Sir Robert MacCarrison, exdirector del Consejo de Nutrición del país, fue el primero en hacer un estudio serio del pueblo hunza. Según concluyó en su análisis tras 10 años de convivencia, no encontró ni un solo caso de cáncer, de úlcera gástrica, apendicitis y otras enfermedades tipicas de la civilización occidental. Las enfermedades que afectaban a poblaciones limítrofes no afectaban a los hunza, pero aquellos que decidían irse y emigrar acababan después de un tiempo contrayendo las mismas enfermedades que la población occidental. Pero no sólo permanecen ajenos a gran cantidad de enfermedades, sino que tienen una extraordinaria vitalidad y alcanzan edades que llegan incluso a los 120-130 años. Factores tan poco frecuentes entre la población occidental como los que exponemos a continuación son habituales entre esta tribu:

-conservan una salud casi perfecta hasta más allá de los cien años.
-no es extraño que los varones engendren con edades próximas a los noventa años de edad.
-la apariencia de mujeres de 70 años es similar a la de mujeres europeas de 40 años.
-no existen obesos.
-hasta pocos días antes de morir las personas conservan todas sus facultades físicas y mentales.
-el promedio de vida es de 120 años.
-personas de 70 años de edad recorren distancias de cien kilómetros subiendo y bajando montañas con breves periodos de descanso sin luego mostrar síntomas importantes de agotamiento.
-no hay vehículos, la carga la hacen los propios habitantes en sus hombros.
-las mujeres hacen tanto ejercicio como los hombres.



¿Cuál es entonces el gran secreto de los hunza?. Pues bien, MacCarrison llegó a la conclusión de que el factor clave y fundamental es su alimentación. Está constituida por granos enteros, toda clase de verduras (especialmente lechuga), frutas secas molidas con trigo entero, leche de cabra y queso sin salar. La fruta más abundante es el albaricoque, al que deshidratan al sol para poderlo consumir durante todo el año, incluido por supuesto el invierno. También comen papas o patatas asadas con cáscara, pero nunca fritas, y no consumen azúcar, pan blanco, ni derivados de la harina refinada como pastelería o bollería, ni conservas envasadas. El agua que beben es la acumulada en las montañas, con toda la pureza y ligereza del agua de la lluvia, sin residuos de minerales inorgánicos que endurecen las arterias. Ocasionalmente beben vino de frutas, comen carne cuando cazan algo y se estima que sólo en torno a un 2% de la población fuma y lo hace en pipa.
Los niveles de ejercicio que han de realizar simplemente para atender sus siembras en pequeñas parcelas  diseminadas en las montañas en que habitan sería considerado como una hazaña para la población occidental. También se considera peculiar su modo de cultivar la tierra, basado en abonos orgánicos compuestos en un 75% por  hojas  y  tallos (vegetales) y un 25% en abonos de otra clase.
Esta alimentación sana empieza ya desde niños, puesto que las madres dan el pecho durante 3 años a los niños y 2 a las niñas. Existen estudios de diverso tipo que hablan muy favorablemente del efecto nutricional y psicológicos de estos largos periodos de amamantamiento, no sólo por el alimento o leche materna sino por el contacto, calor y abrazo materno que hacen que los niños desarrollen un carácter más estable.
Ya de regreso a Inglaterra, el doctor McCarrison hizo experimentos con ratas, unas fueron alimentadas con una dieta occidental y otras con la "dieta hunza" y los resultados puedes verlos en las fotos anexas




¿Adivinas cuál se corresponde con cada una de ellas?. Pues bien, esos mismos resultados se pueden trasladar al carácter de las unas y las otras, irritabilidad y ansiedad  frente a paz y armonía en las otras.
Como principal opositor a estas teorías se encuentra el Dr. John Clark, que tras convivir 20 meses  con ellos (contra los 10 años de McCarrison) afirma en su libro "Lost Kingdom of the Himalayas" que los hunza tienen las mismas enfermedades que otras poblaciones vecinas, así como que no tienen un calendario establecido y calculan la edad  no por los años transcurridos desde el nacimiento sino como una estimación por su sabiduría o liderazgo dentro del grupo.
Te quedes con lo que te quedes, es innegable que este pueblo es uno de los más peculiares y a la vez menos conocidos del mundo actual.



jueves, 11 de junio de 2015

Tittygram, la nueva opción publicitaria en la red




Si quieres publicitar un negocio y no te importa que el método sea para algunos sexy y para una mayoría sexista, seguramente ha nacido el medio adecuado, Tittygram, creada por el empresario Vladimir Gritsenko.  Nace bajo la premisa de que el sexo es una parte importante de los seres humanos, algo que es fácilmente comprobable en internet. Te permite anunciarte en cuatro idiomas sobre los pechos de diferentes mujeres escribiendo el texto que desees, eso sí, a cambio de una contraprestación económica y estando prohibido el uso de palabras  obscenas. El coste inicial es de 10 dólares, si bien por unos 30 dólares puedes conseguir una versión con una mayor definición. Uno de los momentos más polémicos de esta plataforma tuvo lugar en Rusia, el único país en el que la Tittygram opera en este momento, cuando la cadena de hamburguesas Burger King se anunció escribiendo "I love you Burger King" para luego compartirlo en las redes sociales donde fue acusada de sexista. Según la propia empresa anuncia en su página web, las modelos permanecerán en el anonimato, ya que su privacidad es prioritaria para la misma, y no se mostrará de ellas más que sus pechos. Os dejamos el siguiente vídeo explicativo de cómo funciona este nuevo sistema publicitario, para el que, polémicas al margen, ya hay expertos que vaticinan que no tardaremos mucho en verlo en otros países.





miércoles, 3 de junio de 2015

La tribu Sambia y el culto al semen



Esta tribu habita en las tierras altas orientales de Papúa Nueva Guinea y está formada por alrededor de 2.500 personas repartidas por territorio selvático. Su característica principal es que para ellos, con el semen, se transmiten los espíritus de sus antepasados, se crea la vida y el cuerpo se desarrolla y fortalece. Después de dos años de convivencia con los sambian (1972-1974), el antropólogo  Gilbert Herdt (Universidad de California) escribió su ensayo "Sambia Sexual Culture"en el que relata los rituales que practican para conseguir el pleno desarrollo de los niños, para que crezcan y se conviertan en "fieros guerreros". Son varias las consecuencias de este culto al semen y vamos a hablar de ellas a continuación. En primer lugar,as mujeres están relegadas socialmente a un segundo plano ya que "desgastan" el semen de los hombres,  mientras que al mismo tiempo  maduran de forma natural ya que su cuerpo es poseedor de un órgano de sangre menstrual que acelera su desarrollo. Por otra parte, los niños han de ingerir semen para poder producirlo. Otro aspecto fundamental es que el proceso de iniciación de los niños se hace mediante lo que en una sociedad occidental supondrían prácticas homosexuales e incluso pederastras. Los niños son iniciados por sus adultos entre los 7-8 años,edad en la que pasan a vivir en las "bacherlar´s houses" o casas de licenciatura, mediante un ritual que para los sambia es de extrema importancia, y en el cual el semen pasa de unos individuos a otros mediante el amamantamiento (equipara el mamar de los recién nacidos con las felaciones a los adultos), la copulación anal y la genital con fines procreativos. Sin embargo la masturbación, tal y como la conocemos nosotros, no se produce ya que supone un desperdicio del semen. Cuando llegan a la edad de 14-15 años pasan de ser  inseminados a inseminadores.



Su comportamiento sexual, se puede clasificar en varias categorías:
-juego erótico: utilizan el semen para conseguir el orgasmo aunque el receptor del mismo lo tome para su "crecimiento".
-procreación: se producen contactos heterosexuales que buscan la procreación y felaciones que "preparan" el cuerpo de la mujer para poder dar leche materna.
-crecimiento: el crecimiento de los niños es debido a la ingesta de semen, que se distribuye por todo su cuerpo y hace que maduren la piel, el propio cuerpo y el cráneo.
-fortaleza: el semen contribuye a masculinizar el cuerpo de los hombres. El padre intercambia semen con otros hombres y lo utiliza para "alimentar" a su esposa, en cuyo interior consideran que se almacena y luego lo transmite a los recién nacidos mediante el amamantamiento.
-espiritualidad: el alma y los espíritus de familiares más importantes se heredan del padre mediante el semen.
Si tuviéramos que juzgar el comportamiento de esta ancestral tribu bajo parámetros de sociedades occidentales podríamos catalogarlos como una tribu homosexual, o bisexual en el mejor de los casos, aunque la relaciones  heterosexuales se circunscriben casi únicamente a la procreación. Por tanto,  y en su caso, podemos comprobar que  el comportamiento sexual depende, al menos en buena parte, de la sociedad en la que la persona se desarrolla y vive, y en el caso de los sambia el comportamiento homosexual es cualquier cosa menos antinatural o anormal.
¿Curiosa tribu verdad?
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